Tiempos de ajustes en nuestra Industria Ganadera
Por Jesús Ancheta
La ganadería de exportación, así como la del mercado nacional, están sufriendo una baja considerable en las diferentes cotizaciones de ganado en pie, ocasionadas principalmente por la caída de la demanda de carne, la sobre-oferta de ganado “gordo” para sacrificio y la sobreproducción de carne generada por el incremento del peso del canal en los Estados Unidos.
Indudablemente, esto es una muestra más de la globalización acelerada de nuestra industria ganadera.
Los precios del ganado en pie en frontera son el reflejo de lo que pasa en el mercado estadounidense: cuando sube, nos beneficiamos, y las bajas son en ocasiones mas duras por la excesiva especulación y sobreoferta en frontera, ya sea por desconocimiento o simplemente por la necesidad de realizar las ventas proyectadas en la operación propia de los exportadores.
En el trascurso de este 2015 habíamos tenidos altas y bajas en los precios de frontera, como reflejo de acciones ajenas a la ganadería, como la caída en las bolsas de valores por la situación de Grecia y últimamente por la crisis de China.
Ambas crisis generaron bajas que luego se recuperaron. Actualmente los motivos de estas bajas son relacionadas mas directamente con la misma actividad ganadera y consumo de carne, y no por causas ajenas como había ocurrido en otras ocasiones.
Al inicio de septiembre de este año, los precios por becerros No. 1 en la escala de 300 libras andaban en los rangos de 2.95 a 3.05 dólares la libra, y actualmente se cotiza a 2.05 a 2.25, lo que equivale a un 32% menos.
Una caída difícil de comprender y asimilar por los ganaderos, quiénes ya nos estábamos acostumbrando a los niveles de 3.00 dólares o más por libra. Esta situación de mercado nos obligará a replantear el presupuesto de nuestros ranchos y negocios agropecuarios, en lo que se refiere a gastos de operación e inversiones.
No obstante lo anterior, la ganadería de exportación ha tenido una excelente recuperación en lo que se refiere al valor de la producción en los últimos cinco años, a consecuencia de los buenos precios, demanda y precipitaciones.
Esperemos que los precios se mantengan por encima de la media de los últimos cinco años de 2.07 dólares en becerros de 400 libras.
Esta situación de bajos precios no va a cambiar de la noche a la mañana; consideramos que es una situación de mercado que busca recuperar la demanda y el consumo de la carne, nivelando la oferta con la demanda.
El hato ganadero norteamericano está creciendo y se espera que para el 2016, un millón de vientres más estén ya en producción, lo cual significa más becerros(as) para la industria engordadora.
Como ya lo hemos comentado en otros artículos, lo único que nos va a sacar adelante es la aplicación de tecnología que incremente la productividad de nuestros hatos, así como adoptar las estrategias comerciales y de manejo que nos permitan adaptarnos a las nuevas y cambiantes reglas del juego, que nos impone el mercado actual.
La carne de res tiene una preferencia indiscutible entre la mayoría de los consumidores, pero los rangos de precio entre la carne de res comparada con la de cerdo y pollo son en algunos casos el triple, motivo por el cual el consumidor opta por otras fuentes de proteína.
Estamos obligados a recuperar a ese consumidor para poder desplazar nuestra producción; en la medida que lo vayamos logrando, veremos también una recuperación en los precios del ganado.
Por ahorita, volumen y peso serán los objetivos a perseguir por los ganaderos. Creo que estarán de acuerdo, que los criadores (rancheros) dejaran de percibir un ingreso pero no tendrán las grandes pérdidas que podrían tener en el sector de repasto.
También, es el momento de repoblar o rejuvenecer el hato, vendiendo la vaca vieja y vacía dejando vaquilla que ha bajado su valor en comparación a la vaca.
En estas situaciones de mercado es cuando tenemos que tomar acciones, que nos permitan esperar una recuperación en los mercados ,aminorando las posibles pérdidas con buenas estrategias de manejo y operación.