Ciudad Mágica o como quieras llamarla
Escrito en 2011.- El desarrollo económico de Cananea se aprecia a todo su esplendor con la empresa minera trabajando a buena capacidad y sustentada en subcontratos de operación para muchas de sus actividades de explotación y servicios internos donde se estima trabajan más de 3,000 personas. Pero eso no es todo, Cananea ha recibido importantes inversiones del Estado a la par que empresas constructoras trabajan en la obra de la carretera Cananea- Agua Prieta (en 2023 no se ha terminado) ocupando obreros y generando derrama en la localidad. Los hoteles están llenos entre semana. Hay gente que lo celebra y nosotros también, esa bonanza y trabajo. En esa celebración apuntamos nuevas tiendas como Super del Norte y también Coppel que para hacer su tienda ha derribado una media manzana de casas viejas por la calle Juárez, contra-esquina de la plaza histórica Jardín Benito Juárez.
Yo quisiera sugerir cuidadosamente a quien corresponda que analicen la posibilidad de convertir a Cananea en una ciudad mágica o histórica o clásica o como quieran llamarle pero que ello tenga como propósito reestablecer aquel urbanismo que la distinguió y que la hizo figurar en el mundo como una de las inversiones extranjeras más exitosas de principios del siglo 20.
Hoy me imagino El Ronquillo como un espacio con pocos automóviles, con áreas peatonales, con ambiente de compras en boutiques exclusivas de artículos importados de Francia e Inglaterra; con callejones de arte y ambiente cultural de primer nivel. Un cafecito gourmet y un pub inglés junto con un buen restaurant de especialidades internacionales. Un teatro elegante como eso que la ha hecho famosa: el boliche y sus tabernas.
Porque Cananea tiene muchas cosas que no se saben porque han quedado sofocadas por lo sensacionalista de sus asuntos laborales durante un siglo. Pero afortunadamente ahí está todavía esa belleza natural en todos sus alrededores, ese clima que aún conserva estaciones agradables, ese espíritu de sus pobladores que disfrutan, preparan y comparten la comida típica sonorense y ese nivel cultural y educativo, idiomas y habilidades artísticas en todas las familias.
Cananea fue y sigue siendo una ciudad cosmopolita en Sonora y sus valores familiares son tan sólidos como los de los pueblos del río de Sonora, origen de muchos de los actuales cananenses. Cananea tiene cosas únicas en Sonora como el primer campo de golf, su boliche manual, círculo social, etc… Muchos cananenses recordamos El Ronquillo lleno de gente, cuando los cambios de pueble daban momentos de encuentro en los tubos de la bajada de la Juárez o en la subida de la Mesa Sur; cuando al sonar del pitazo de las cuatro se activaban los motores o cuando el tren con pasajeros se escuchaba en todo el pueblo. Aquel pueblo que tenía una tienda tras otra allá abajo de la Juárez y el bullicio se compartía afuera de la cooperativa o a la llegada de los autobuses TNS trompudos que de Ímuris habían demorado por el arroyo crecido de Cuitaca.
El Centro Mercantil, La Jero, La Farmacia Cruz Roja, La Bonanza, La Francesa, La Cadena, La Botica Iris eran tiendas establecidas y exitosas. Melicof, Paguilleve (primer autoservicio), Fucuy, El Fato, La Famosa, La Azteca, La Loma, Don Claudio, El Polilla, Kuliacha eran, además de tiendas, los puntos de referencia urbana para ubicar domicilios.. y bueno, pues muchas más cosas que vienen a la memoria y no caben aquí. El caso es que hay valores urbanos, históricos, arquitectónicos (antes de que tumben más casas de pura madera estilo inglés), culturales, de clima, de naturaleza, de localización geográfica y más que bien justifican una inversión restauradora y promotora del original Cananea que la vuelva a los valores aquellos de mediados del siglo pasado por lo menos.
Turismo sería su segunda actividad económica y esta sí, de alcance mundial y con oportunidad y derrama para todos. Jerome y Bisbee Arizona son una muestra de la misma época…
Enrique Yescas E. Editor-Publicista y de Cananea.