Las obras se desarrollan a tiempo gracias al apoyo de la sociedad sonorense, las comunidades y los gobiernos, afirma el representante de la empresa IEnova
Por José María Valencia Mungaray
La instalación del Gasoducto del Noroeste se lleva a cabo de acuerdo a los tiempos preestablecidos; sobre la carretera Hermosillo-Guaymas, antes de llegar a las curvas del sitio llamado “El cajón del diablo”, se aprecian los enormes tubos a uno y otro lado del camino, y lo mismo se aprecia sobre la carretera Hermosillo-Bahía de Kino, exactamente en el km 34.
Esta obra proyectada por CFE y ejecutada por Gasoducto de Agua Prieta, filial de la empresa IEnova Infraestructura Energética avanza no sin contratiempos pero si con la posibilidad de enfrentarlos y saltando obstáculos gracias al profesionalismo del equipo que lo realiza y sobre todo al apoyo de la sociedad sonorense, las comunidades y los gobiernos: “Ha sido una sana y fructífera coincidencia; todos coinciden en el beneficio del gasoducto”, afirma el representante de IEnova en Hermosillo, Carlos Daniel Fernández Guevara.
El estatus de la construcción del gasoducto es de 400 kilómetros con el derecho de vía abierto, lo que quiere decir que se ha abierto la pista hasta Guaymas; en Puerto Libertad la obra se entregó a tiempo y actualmente se están haciendo los trabajos de CFE para que el gas natural alimente a una de las plantas termoeléctricas más grandes del país reduciendo de manera importante la emisión de gases contaminantes.
“La empresa va gestionando el derecho de vía, va platicando con los propietarios de los terrenos, se va dialogando con las autoridades tanto rurales como urbanas en el caso de Hermosillo, Guaymas y Caborca, que han asimilado lo que implica el beneficio del gas, además de que conforme vamos avanzando se van generando empleos en las comunidades; el paso del gasoducto es como un tren de bienestar porque va generando una perspectiva positiva”, comenta Carlos Daniel Fernández.
La construcción del gasoducto se realiza con respeto al medio ambiente pero también a la gente de las comunidades para no entorpecer sus actividades cotidianas: “Podemos decir que la construcción va viento en popa, con algunos casos muy interesantes y bonitos como es la conversación que el gobierno federal ha tenido con la tribu Yaqui”.
Sobre esto último lo que la empresa constructora está aportando es que que se tenga toda la información disponible, que es lo que ha hecho a todo lo largo de la ruta del gasoducto. “Que los miembros de la comunidad Yaqui, sus representantes, sus autoridades tradicionales, sus sectores ciudadanos y productivos, tengan toda la información necesaria para que compartan esta noción de bienestar, de progreso y de desarrollo que el gasoducto representa”, afirma Fernández Guevara.
Las conversaciones con la tribu Yaqui están a cargo de la Secretaría de Energía, que es la autoridad responsable por parte del gobierno federal: “Se ha llevado a cabo un proceso de consulta muy serio donde los actores han participado de manera muy activa, y eso me lleva a calcular que tendrá un feliz término, pero yo no puedo pronosticar nada como empresa, sin embargo quiero decir que se aprecia en la comunidad Yaqui una receptividad, un interés. Conozco a los yaquis porque me ha tocado participar en posesos positivos con ellos, y siempre he visto una disposición a que las cosas se pongan sobre la mesa, lo que está muy bien”, considera Fernández Guevara.
Las fechas de la construcción del gasoducto se van cumpliendo: el 1 de octubre de 2014 fue la fecha contratada para entregar la obra en Puerto Libertad y se cumplió; el 1 de octubre de 2015 es la fecha de entrega contratada para Guaymas y el 1 de agosto de 2016 es la fecha contratada para El Oro, Sinaloa.
La demanda de gas natural por parte del sector industrial tanto de Hermosillo como de Guaymas, Ciudad Obregón y Navojoa la están estudiando las instancias gubernamentales, coordinando las la Secretaría de Economía estatal a cargo de Moisés Gómez Reyna y la Secretaría de Economía federal cuyo delegado en Sonora es el doctor Luis Núñez Noriega, quienes están haciendo lo propio, trabajando en equipo con los gobiernos municipales.
“Esto es un proceso, y se llega a un punto en el cual se ve la posibilidad de, y se llega a la negociación que permite la construcción de un ramal determinado”, concluye el representante de IEnova.
